Saludos mis hermanas y hermanos. Como ya sabes, el propósito de esta bitácora, es que podamos compartir preguntas, dudas o ideas relacionadas con el estudio del texto. No queremos que sea un espacio de discusiones de nuestras diferencias, sino para compartir lo que ha surgido en cuanto a nuevos entendimientos, al igual que lo que pueda no estar muy claro.
Les invito pues a hacer uso de esta herramienta que como pueden ver, también me permitirá contestar algunas de sus dudas, además de incluir algunas de ellas al momento del estudio bíblico para una explicación más amplia.
Gracias por su participación y su compromiso con el estudio y reflexión en la Palabra. ¡Que sea de bendición para sus vidas!
Comparto parte de mi Epístola Personal que la he titulado Palabras y Corazón.
Si Santiago le da tanta fuerza a la lengua, ¿podemos entonces controlar lo que decimos? Entiendo que, además de lo que dice Santiago en el resto del capítulo 3, en Lucas 6:45 podemos encontrar una respuesta positiva a esta pregunta. Dice en este versículo, que es de mis preferidos: El hombre bueno del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo del mal tesoro de su corazón saca lo malo; porque de la abundancia del corazón habla su boca. Como seres humanos imperfectos que buscamos la perfección en Cristo Jesús, el bien y mal coexisten en nuestras mentes, pero este versículo nos ayuda a dar lo bueno de nosotros. ¿Qué abunda en nuestro corazón? Como dice el versículo si abunda lo bueno, esto es lo que damos; pero si es lo malo, es la maldad lo que nos va a definir.
En situaciones controladas, podemos sacar lo bueno de nuestro corazón. Sin embargo, cuando las emociones y las situaciones nos descontrolan, aflora lo que en realidad hay nuestro corazón. Si en nuestro corazón abundan la fidelidad y el amor de Dios y abunda el deseo de la paz de Dios sobre todo las cosas, en momentos de las pruebas y las tentaciones, las palabras que salgan de nuestra lengua van a ser de edificación y no de destrucción a los que nos escuchan.
Mi recomendación y lo que yo debo seguir es que en mi caminar con mi Salvador debo aspirar a seguir las disciplinas espirituales y llenar mi corazón y mi mente con las enseñanzas de Jesucristo. Esto lo logramos con la lectura y el estudio de la Palabra, nuestra comunión diaria con Dios y el servicio y amor a nuestro prójimo.
Oremos por la sabiduría y dirección del Espíritu Santo y para que abunde en nuestro corazón los valores del Reino de Dios y su Hijo Jesucristo. Amén
El Señor le bendiga. Con este estudio la epístola de Santiago tengo una nueva perspectiva de las enseñanzas en esta carta. Pensaba en Santiago como un listado de cosas que debemos hacer o no debemos hacer. Ahora estas enseñanzas las enmarco dentro de mi testimonio de mi fidelidad a Dios y mi crecimiento espiritual.
Preguntas relacionadas al capítulo: ¿Podemos decir que el gozo en las pruebas depende de cuán firme es nuestra fe? ¿Cómo define Santiago "pruebas"? La pregunta viene de que lo que es una "prueba" para mí puede que no sea lo mismo para otra persona.
Gracias por la atención.
Alba Martín