1 Corintios 14: 1a
El mes de agosto pudiera denominarse el mes de la celebración en nuestra congregación. Este es el mes en que celebramos nuestro aniversario como iglesia. En agosto también celebramos el aniversario del grupo Revelación; y hoy, estamos celebrando el aniversario número 27 de la Corporación Milagros del Amor. Definitivamente, en agosto estamos de fiesta.
Al pensar en CorMa y su testimonio de servicio fiel a los marginados, los maltratados, los deambulantes, los necesitados de la comunidad que nos rodea, debemos reconocer que le hace honor a su nombre, Corporación Milagros del Amor.
Un milagro es un hecho inexplicable por las leyes naturales y que se atribuye a una intervención sobrenatural de origen divino. Es un acontecimiento que causa asombro o admiración. Bíblicamente, los milagros se manifiestan para fortalecer la fe y para hacer el bien. Son una clara manifestación del poder divino que incluso, los adversarios de la fe son capaces de reconocer como sobrenatural. El propósito de los milagros es revelar a Dios y edificar a Su pueblo.
Alguno me dirá que lo que CorMa hace no son milagros, que solo son obras de trabajo social. Tal vez, de manera particular y específica, las tareas que CorMa realiza no sean milagros en sí mismos. Pero cuando miramos los resultados y los efectos de dichas tareas vamos a ver la manifestación del poder de Dios en acción cambiando y transformando vidas. Cuando vemos y escuchamos las historias y testimonios de algunos participantes de los diversos programas, podemos ver a Dios obrando entre nosotros.
Lo más maravilloso y la mayor evidencia de la intervención divina en CorMa, es el AMOR. Solo basta observar y escuchar la entrega, la dedicación, los sacrificios y la alegría con la que los empleados y voluntarios de CorMa realizan sus funciones. El amor es el fundamento de esta corporación. Dése una vuelta por sus oficinas, participe en alguna de sus actividades y observe las actitudes, palabras y acciones de los empleados y voluntarios. Yo misma he visto los frutos del Espíritu Santo en acción en ellos: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, mansedumbre, templanza (Gálatas 5:22). Para mí es muy claro que CorMa ha escuchado la exhortación de Pablo a los Corintios y la ha hecho suya, “¡Que el amor sea su meta más alta! (1Corintios 14:1a NTV). Mi oración es que todos nosotros igualmente escuchemos ese llamado y respondamos haciendo del amor nuestro objetivo de vida, nuestra más alta meta. Celebremos con CorMa estos 27 años y que el amor siga siendo la meta.
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