Hace 121 años inició una jornada de esperanza y de vida en la comunidad cagüeña, con un grupo de hombres y mujeres que, al recibir la palabra de salvación, decididamente asumieron la tarea de compartirla a otros. Aquel esfuerzo de evangelización dio fruto, y de aquella semilla nació la Primera Iglesia Bautista de Caguas, iglesia que, además de ser centro de evangelización, ha afirmado su compromiso comunitario y se ha esforzado en el desarrollo de líderes que bendigan nuestra comunidad y otras comunidades de fe.
Tal afirmación lo confirma nuestra historia. Durante décadas se han desarrollado diversos esfuerzos de evangelización que han propiciado que miles de personas hayan tenido un encuentro con Jesús. Esfuerzos que han cobrado vida en proyectos de predicación, grupos familiares, células de oración, programas radiales y televisivos, visitación y apoyo a los enfermos y enlutados y, más reciente aún, por medio de las redes sociales. Además, se ha evidenciado este esfuerzo en el surgimiento de otras iglesias, que, desde sus respectivas comunidades, colaboran en la construcción del Reino de Jesucristo.
A través de los años, ese compromiso con el evangelio liberador ha creado consciencia de la responsabilidad que tenemos como iglesia para con nuestra comunidad. Han sido muchos los esfuerzos que a través de los diversos ministerios se han realizado. Las Escuelas Bíblicas de Verano, el apoyo a la Unidad 313 de los Boy Scouts of America, los talleres de arte, de tejido y tantas otras ayudas ofrecidas han sido parte de este esfuerzo. Como parte de estos esfuerzos, surgen el Colegio Bautista de Caguas y la Corporación Milagros del Amor, entidades que, además de brindar servicios, son centros de trabajo para decenas de personas.
Durante todos estos años nuestra iglesia ha sido bendecida con unos líderes que, junto al cuerpo pastoral, han desarrollado una infinidad de proyectos que sería imposible enumerar, unos líderes visionarios que, motivados por el amor de Dios, asumieron y asumen la responsabilidad de generar vida y dejar legado.
121 años después somos llamados a celebrar —sí, a celebrar lo que Dios ha hecho en nuestra jornada misionera—. Más también somos desafiados a avanzar en la misión que nos fue encomendada, pues, mientras existan personas que no han conocido el amor de Dios, mientras exista necesidad en el mundo y mientras exista desesperanza en el ser humano, la iglesia de Jesucristo tiene una misión que cumplir, y 121 años después, la Primera Iglesia Bautista de Caguas continúa afirmando su compromiso con la misión.
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